Una pandemia, dos miradas

“En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad reflexiona”.
Eclesiastés 7:14

Aplicando este consejo al momento que vivimos, podemos tener dos miradas ante esta pandemia:
La primera mirada, es la mirada negativa, es la reacción involuntaria que me lleva a ver todo lo que no puedo hacer:

  • millones de personas aisladas en más de cien países del mundo,
  • miles de personas internadas en terapia intensiva
  • y muchas que ya han dejado de existir.

Esta mirada nos genera dolor, impotencia, miedo y ansiedad.

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Pero hay otra mirada, la mirada positiva. Esta es una elección voluntaria que me permite ver todo lo que sí puedo hacer y me abre puertas de oportunidades únicas:

  • La oportunidad de reflexionar acerca de lo que está sucediendo, como dice el sabio Salomón, para poder aprender de esta crisis, y seguir creciendo.
  • También la oportunidad de ayudar a las personas necesitadas aquí donde estoy.
  • Además, la oportunidad de disfrutar de los vínculos con las personas que están a mi lado y con las que están lejos,  gracias a la tecnología.
  • Y la oportunidad de afirmar mi fe en Dios sabiendo que, hasta aquí me cuidó, me volverá a cuidar ahora y cuidará también de mis seres queridos.

Esta mirada me da valor y esperanza porque, aunque estamos ante una situación extrema y sin precedentes, tengo la certeza de que si estamos unidos saldremos adelante.

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